Anto, nacido en Málaga en 1980, creció en un barrio humilde de la ciudad, donde desde pequeño estuvo rodeado de música y vivencias que marcarían su vida y su arte. Desde joven, mostró un gran interés por la música y la composición, pero las circunstancias de la vida lo llevaron a recorrer otros caminos. A los 18 años, tuvo que dejar su ciudad natal en busca de trabajo, lo que lo llevó a vivir en varios lugares, siempre cargando consigo su pasión por la música aunque no pudiera dedicarle todo el tiempo que quisiera.
A pesar de sus esfuerzos, el destino tenía otros planes para él. Su vida dio un giro inesperado cuando fue diagnosticado con una enfermedad neurodegenerativa que le obligó a frenar su ritmo de vida. Esta enfermedad fue un duro golpe para Anto, que no solo afectó su salud física, sino también su estado emocional y creativo. Durante un tiempo, la música, que siempre había sido su refugio, quedó en un segundo plano.
No obstante, tras una etapa difícil, Anto experimentó un